Tal como señaló Braun, la presión impositiva sobre nuestro sector es asfixiante, alcanzando casi hasta el 50% en muchos productos de consumo masivo, como venimos sosteniendo en los informes de CADAM https://www.cadam.com.ar/prensa/comunicados/carga-impositiva-cadena-comercializaci%C3%B3n. Además, convivimos con una informalidad creciente que hoy alcanza al 60% del comercio ante la presión impositiva asfixiante, afectando gravemente la competitividad, la equidad y el desarrollo del canal formal.
El sector de distribuidores y autoservicios mayorista contribuye a la recaudación fiscal y garantiza el abastecimiento en cada rincón del país y, sin embargo, opera con márgenes extremadamente ajustados. Como bien se señaló en el Coloquio, una rentabilidad del 2% o 3%, mientras que la presión fiscal e impositiva terminan siendo mayores que esa ganancia. Esta ecuación desalienta la inversión y promueve la salida de empresas del país, como fue el caso de Walmart y Falabella, entre otros.
Desde CADAM consideramos imprescindible avanzar en reformas estructurales urgentes, tanto en el plano fiscal como impositivo y en el laboral, que permitan reducir la carga tributaria efectiva que soportan las empresas formales, eliminando distorsiones, brindando mayor previsibilidad, facilitando la contratación, reduciendo la litigiosidad, reconociendo las nuevas formas de empleo que demanda el mercado y poniendo fin a los aportes y contribuciones extras que se incorporan en los acuerdos paritarios.
En el caso del Convenio Colectivo de Comercio —el más numeroso del país, con más de 1,2 millones de trabajadores—, es el ejemplo paradigmático de los “costos ocultos”, entre los que se señalan:
1. Aporte obligatorio al Instituto Argentino de Capacitación Profesional (INACAP): Homologado por la Secretaria de Trabajo de la Nación, en el marco del Convenio Mercantil, se efectúa desde el año 2008.
El empleador debe aportar el equivalente al 0,5% del salario de la categoría Maestranza A por cada trabajador (En octubre representó $ 5.179,37 y si se multiplica por 1,2 millones de trabajadores, implicaría una recaudación de más de $6.200 millones mensuales), bajo el pretexto de capacitación y fortalecimiento institucional. Es decir que, con cada aumento paritario, se “autobenefican” las mismas cámaras empresarias que negocian la paritaria, porque reciben estos fondos.
2. Seguro complementario de retiro obligatorio La Estrella: Desde Junio de 2025 representa el 1,6% del salario sin posibilidad de elección de otro seguro por parte del trabajador ni del empleador (anteriormente era del 2,5%).
El 50% del aporte se destina a una cuenta individual a nombre del trabajador y el otro 50% restante se utiliza para financiar el sistema solidario de retiro.
Desde el año 1993 se debe pagar por cada empleado de comercio, pero para que un trabajador logre acceder al beneficio debe tener aportados al menos 20 años a dicho seguro. Es decir que si un trabajador lo largo del tiempo cambia de rubro, nunca llegan a obtener el beneficio del seguro de retiro, mientras que los que piden el rescate de fondos -porque fueron despedidos- sólo reciben el 50% de lo depositado, porque la otra mitad queda "solidariamente" para el sistema.
El ajuste de capitalización de esos fondos también generó polémica, porque depende de la inversión que haga La Estrella. Con lo cual es indudable que un acuerdo paritario derivó en un acuerdo contractual con la Compañía de Seguros La Estrella S.A.
3. Contribución Solidaria por COVID-19 a la obra social OSECAC, vigente desde el convenio colectivo de abril de 2021, en plena pandemia, pero que se sigue cobrando hasta hoy por empleado, incluso si el trabajador no está afiliado a la obra social OSECAC.
Basta sólo este ejemplo para entender la necesidad de reformar el sistema para fomentar la inversión privada con reglas claras, estables y sostenibles en el tiempo, como condición necesaria para el desarrollo económico y la generación de empleo de calidad.
El comercio mayorista ha sido históricamente un eslabón fundamental de la cadena de valor, por eso reafirmamos nuestro compromiso con el desarrollo económico del país, con la formalidad, el empleo y la inversión, pero necesitamos que el futuro Congreso de la Nación acompañe con decisiones concretas que transformen la realidad actual en una matriz productiva más eficiente.